jueves, 4 de junio de 2009

UN JARDIN DE NIÑOS QUE DEJA HUELLAS

El ser humano desde su nacimiento esta listo para aprender. Su curiosidad y necesidad de exploración no tienen limites.
El potencial de cerebro es inmenso y durante los primeros años de vida es más flexible, versátil, con una gran capacidad de expansión. En él se encuentran millones de neuronas que están listas para conectarse entre ellas. Estas se desarrollan a través de la estimulación y el contacto con el ambiente. En cuanto más numerosas son estas interconexiones, más rápido y eficiente es el procesamiento de información.
Por ello, entre más estimulación reciba un niño desde su nacimiento mejor. Hoy se ofrece estimulación temprana para los que acaban de dejar la maternidad. Maternal para los que abandonaron la cuna y dan sus primeros pasos. Párvulos, kinder, transitorio o cualquier otro nombre que reciba un centro de atención infantil, hace referencia a la educación que abarca la atención del niño hasta que da inicio la educación básica.
El ambiente de preescolar ofrece innumerables oportunidades de estimulación. Sin embargo, es importante el conocimiento de cómo explotar estas oportunidades para que se logren los objetivos. Esta etapa se distingue por “ser activa”, donde no se le limita al niño a mantenerse sentado, escuchando y observando.
Un poco de historia
La insistencia de que los niños reciban atención preescolar, no es moda de la época, ni una nueva corriente pedagógica. El primer jardín de niños (kindergarden) fue creado en 1837.
Federico Froebel, un prestigiado pedagogo alemán, fue quien creó este concepto. Él consideró la importancia de que los niños recibieran atención previa antes de iniciar el aprendizaje formal. Sus ideas pedagógicas se basan en brindar la oportunidad de que el niño se integre gradualmente a la escuela en un periodo clave de su desarrollo. El eco de su iniciativa es hoy universal..
La Oficina Internacional de Educación (OIE) de Ginebra mencionó en 1939 la importancia de la Educación Preescolar dentro de su programa de Conferencias Internacionales de Instrucción Pública. Pero por desgracia, esta propuesta no despertó el auge que se esperaba, ya que se presentó junto con la Segunda Guerra Mundial
Tiempo después, la UNESCO (organismo de las Naciones Unidas especializado en educación) y la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) han destacado como promotores de educación infantil a nivel internacional.
Durante la segunda mitad del siglo XIX se incrementaron tanto los jardines de niños en Inglaterra, que en el año de 1870 se promulgó una la Ley llamada Foster, la cual estableció la escolaridad obligatoria desde la edad de cinco años.
Tiempo después en el Reino Unido la Ley de Educación de 1944 consagró como enseñanza obligatoria al jardín de niños.
México sesenta años más tarde hace obligatoria la enseñanza del preescolar para el ciclo que inicia en el año 2004.

No hay comentarios:

Publicar un comentario